Pronunciamos muchas palabras por día. Combinamos palabras para expresar ideas, sentimientos, situaciones. Pero… ¿reflexionamos sobre el poder que esas palabras tendrán en los demás? Igualmente, ¿percibimos que necesitamos ese estado de silencio, ese momento de vacío interior para tocar algo más profundo y dar así más calidad a lo que vamos a expresar? ¿Cada uno ya observó el debido equilibrio entre la palabra y el silencio? ¿y cómo ese punto sutil está presente en la vida?
¿Utilizamos la palabra como un instrumento para crear bienestar para nosotros y para los demás, o para promover estados de control sobre los demás? ¿Llegamos a comprender el impacto de lo que decimos? ¿Nos tomamos un momento de silencio interno antes de decir lo que decimos, o la impulsividad nos lleva una y otra vez a situaciones inarmónicas?
Un ser humano necesita encontrar un punto de equilibrio entre lo que procesa en su interior y lo que expresa externamente. Sin este equilibrio desaprovechamos inadvertidamente uno de los mayores potenciales humanos, que es construir a través de las palabras y madurar a través de momentos de interiorización y silencio. Abordé este tema en la conferencia “Equilibrio entre el silencio y la palabra” y allí podrán profundizar esas reflexiones.